En una declaración cargada de simbolismo histórico y crítica política, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, propuso el traslado de la Estatua de la Libertad desde Nueva York hasta Cartagena. La propuesta fue presentada durante su alocución nocturna del martes 15 de julio, como una respuesta directa a las políticas migratorias del expresidente estadounidense Donald Trump.
“Si no hay democracia y libertad, esa estatua de Nueva York hay que trasladarla a Cartagena, porque los que sí lucharon por la libertad eran los negros que formaron el primer territorio libre de América”, afirmó Petro, en alusión a los habitantes de San Basilio de Palenque, comunidad afrodescendiente ubicada cerca de Cartagena, reconocida por ser el primer territorio libre del continente.
El jefe de Estado recordó que Palenque fue constituido por esclavos fugitivos que construyeron una sociedad autónoma en resistencia al colonialismo. Además, destacó que durante su gobierno este histórico territorio fue elevado a la categoría de municipio, reconociendo así su valor político y cultural.
La declaración fue hecha en un contexto de fuertes críticas al expresidente Donald Trump, a quien Petro acusó de tratar a los migrantes colombianos “como esclavos con cadenas en los aviones” y de promover un discurso supremacista.
El mandatario colombiano insistió en que la verdadera libertad en América no fue obra de las élites coloniales, sino de quienes resistieron la esclavitud: “La libertad se conquistó en América fue por los negros que formaron el primer territorio libre”.
Finalmente, Petro hizo un llamado a replantear el significado y la ubicación de los símbolos democráticos del continente: “Tanto los anglosajones que llegaron en las barcas puritanas como los latinoamericanos que estamos aquí desde hace 30.000 años debemos acordar los verdaderos principios de democracia y libertad”. Según su planteamiento, Cartagena sería un lugar más coherente para albergar la emblemática estatua.
